Modelo de clase

En MGIS nuestro objetivo es que el niño se desarrolle a sí mismo, sin restricciones, y por ello intentamos estimular constantemente el enorme potencial que está latente en su interior, escogiendo actividades que estimulen su interés.

¿CÓMO LO APLICAMOS EN MGIS?

Damos al niño la libertad (a partir de una reflexión y dentro de un orden establecido) de escoger sus primeras actividades; de esta manera se siguen sus necesidades interiores.
Creamos un ambiente no competitivo en el cual cada niño trabaja a su ritmo.
Ayudamos al niño a desarrollar sus propios conocimientos y a cumplir sus deseos sin perjudicar el bienestar de los demás.
Ayudamos a que cumpla sus responsabilidades dentro del grupo.
Lo animamos a participar en el trabajo de grupo con otros niños.
Nos marcamos como una función básica del maestro la plena integración social del alumno.

Para que ello sea real, los maestros tienen que:

Prepararse a sí mismos.
Preparar la actividad y el espacio donde se desarrolla el trabajo de los niños (el aula).
Dirigir los esfuerzos y las energías de los niños hacia un contacto directo con el mundo que les rodea.
Observar a los niños, que es, de hecho, el factor clave en toda su tarea como educador. La observación pasa por apuntar todo lo que el niño hace y cómo lo hace. Buscar cualquier cosa que pueda aumentar la comprensión del niño como individuo o que pueda ayudarlo a abrir más puertas hacia el descubrimiento.
Además de las observaciones generales, se llevan a cabo observaciones mucho más precisas e individualizadas, con el objetivo de conocer los hábitos de trabajo y los intereses de cada niño en particular. Sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Se forma un cuadro integral del niño donde se tienen en cuenta aspectos de su comportamiento físico, social e intelectual.